El clima es moderado varía de los 12°C (54°F) a
21°C (70°F) y no hay mes en que no falte la lluvia y un viento del
este que trae polvo del desierto. Siglos de vivir en estas
condiciones dieron paso a casas de piedra en las colinas y a casas
de barro en los valles. Las paredes de barro (arcilla), de unos 50
cm (20 pulgadas) de espesor, descansan sobre una capa de piedra.
Se construyen hacia arriba por etapas, dejando que cada nivel se
seque, después cada nivel se cubre con losas de piedra que
sobresalen. Las paredes de barro tienen una inclinación hacia el
interior y su grosor se reduce a medida que ganan en altura. Esto
disminuye la cantidad de material y la presión de las paredes
inferiores. Las paredes de arcilla se levantan en las esquinas
imitando la arquitectura de los edificios de piedra, pero la
característica más llamativa son las losas que sobresalen de las
paredes, que hacen que la lluvia caiga en cascada, lejos de la
vulnerable arcilla. Para más información podéis descargar este
documento, en inglés, sobre la
arquitectura vernácula de Asir. Lo que hace que
los hogares de Asir sean tan especiales son los adornos de colores
que se propagan por toda la casa, por dentro y por fuera (ver
abajo a la izquierda). Los hombres son responsables de la
construcción de las casas, mientras que las mujeres se encargan de
decorarlas. Los frescos no se consideran obras de arte, sino un
reflejo de la habilidad de las mujeres que así expresan su
personalidad en el exterior, en una cultura masculina que les
obliga a retirarse de la vida pública. |
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