Los molinos de viento de Irán capturando la fuerza de la tormenta.

 

   
 
 

El viento sopla con una gran fuerza a través de las llanuras de Nashtifan en Irán. Es lo que le dio a la región su antiguo nombre 'Nish Toofan' (aguijón de la tormenta). Donde hay viento hay energía y la gente de esta región la ha estado utilizando durante siglos con molinos horizontales (los paneles de giro son horizontales).

   
           

Los molinos de viento, que capturan vientos de hasta 120 kilómetros por hora (74 millas por hora), están hechos de arcilla, paja y madera y siguen funcionando hoy en día (ver video a la derecha). Lamentablemente no se utilizan tanto como antes. Muchos de los espacios de adobe (ladrillo de arcilla secado al sol) que albergan las piedras de molienda debajo de las palas se han derrumbado, pero algunos están siendo restaurados para salvar este patrimonio único. Hay unos 30 molinos de estas características dispersos por la zona alcanzando alturas de entre 15 y 20 metros (entre 50 y 65 pies). Se cree que los molinos de viento de Nashtifan fueron construidos durante la dinastía de Safavid (1501-1736) y se encuentran entre los más antiguos del mundo. Casi al mismo tiempo la cocción del pan en la Europa del siglo XVI era un trabajo duro y que requería mucho tiempo.

 
   
 


Las aspas de madera de estos molinos de viento giran a su vez las piedras de moler en espacios de adobe abovedados. Cada uno de los molinos de viento tiene ocho velas (ver abajo a la derecha) y cada vela consta de seis palas de madera verticales. Las vibraciones creadas por la rotación desplazan los granos de su recipiente de contención a la piedra de moler.

En 2002 los molinos de viento de Nashtifan fueron registrados como patrimonio nacional por el Departamento de Patrimonio Cultural de Irán.