Una cubierta vegetal que puede durar hasta 400 años ...

En la Edad Media la isla de Læsø se hizo famosa por su industria de la sal. Allí se construyeron cientos de hornos para elaborar sal, que requerían combustible constante para poder refinarla.

Pero los recursos naturales finitos de la isla, alimentando cientos de hornos, fueron desapareciendo y finalmente llevaron a la deforestación. Esto dejó a los isleños sin madera para la construcción por lo que hicieron sus casas de restos de madera flotante y zostera. Debido a que las algas y la madera se habían impregnado con agua salada estas casas se conservan en pie, prácticamente inalteradas, desde 1600.

Hacia 1930 una enfermedad atacó al alga zostera de la isla dificultando el mantenimiento de los techos. Esto marcó el declive del empleo de este tipo de material para los techos en la isla. A finales del siglo XVIII había 250 casas y granjas con cubierta de algas, ahora sólo hay 19. En el año 2009 se estableció un proyecto para salvar el patrimonio de las casas de algas de Læsø. Parte del proyecto consistía en enseñar a los agricultores del sur de Dinamarca a cosechar y preparar la zostera. Un “Banco de algas” fue creado para proporcionar materiales para rehacer las cubiertas de las casas restantes.

Debido a la alta concentración de sal en la zostera ésta no arde y tiene una vida útil muy dilatada. Un techo de algas suele durar normalmente unos 200 años, pero algunos han llegado a los 400. A un precio de unas 5000 coronas danesas/ m2 (90 $ / m²) el costo de las algas es 4 veces más caro que el de la paja utilizada para techar en Dinamarca, pero ésta solo dura unos 30-40 años.

Normalmente una cubierta vegetal podría realizarse en un día con la ayuda de toda la comunidad, al igual que en las casas gassho-zukuri en Japón. Hasta 100 mujeres retorcieron manojos largos de algas en forma de gota, llamados “vask” (lavado), con un cuello largo y delgado [ver No.1 imagen de la derecha]. El vask se enrolla alrededor de las tres vigas inferiores [No.3] formando un grueso banco de algas tejidas.

En el resto de las vigas del techo, hasta la punta del mismo, se coloca una capa de ramas para que actúe como una especie de barrera para que las algas sueltas se acumulen video. Las algas sueltas se mantienen sujetas por el banco de vask en las vigas inferiores y después se aplastan para que se adhieran y compriman. Además se coloca una capa de musgo [No.4] que se juntará con las algas. Por último, se recorta la zostera que cuelga [No.5] para que puedan abrirse las ventanas.

En principio el techo no es impermeable, pero al ser tan grueso el agua no penetra en el edificio. En un año el tejado se vuelve gris plateado, se solidifica y se vuelve impermeable al asentarse las plantas en la cubierta vegetal. Con el paso del tiempo la masa se convierte en sólida.

Parte del proyecto para salvaguardar estos hogares, y el conocimiento casi perdido de cómo construirlos, ha consistido en el empleo de la zostera en el diseño contemporáneo.

La idea detrás de esta nueva casa de campo es ayudar a conseguir un mejor conocimiento sobre las algas marinas como un material de construcción natural, no tóxico, que no produce comezón, inodoro, de origen local, sin emisiones de CO2, y con unas propiedades de aislamiento comparables a la lana mineral.

En este diseño (a la derecha) el alga marina se emplea como un panel aislante de pared con unas formas adicionales de tipo salchicha en el exterior, no se usan para proporcionar una membrana impermeable sino como aislamiento.

El vídeo No.1 es una presentación (en inglés) sobre la historia de las casas con cubierta de algas incluyendo una filmación sobre el proceso de elaboración del techo

En el vídeo No.2 el arquitecto de la casa contemporánea hecha de algas habla sobre el diseño y los materiales (en danés con subtítulos en inglés)